Ética: Cuando comenzamos el colegio nos dicen los valores, derechos y deberes que tenemos, pero nunca se toman el tiempo suficiente para practicar con los estudiantes o dar la importancia suficiente que con lleva cada valor que se explica, considero que en vez de dar tanta “carreta” en cada clase, deberían enseñarles a los niños la importancia del bien, las consecuencias y peligros que se corren en la sociedad. Muchas personas a lo largo de la vida no tienen un apoyo por parte de familia y asisten al colegio con el fin de que ese espacio que tienen en clase tenga una claridad o una idea que se pueda estructurar en el camino y puedan salir adelante sin hacer daño a nadie.
Afectiva: Cuando uno es un niño es el ser más feliz dado que los padres de uno
comparten un buen tiempo con uno, ríen, juegan, ven películas, comen, lloran y
demás, nuestros padres son personas maravillosas que nos guían constantemente
por un camino hacía el éxito, donde nos apoyan en cada tropiezo que damos,
alentando cada esfuerzo para poder cumplir todo lo que queremos, ellos nos
enseñan y nos ayudan a dar cada paso, nos corrigen y nos brindan un apoyo
incondicional en todo momento. Pero al pasar los años vamos madurando y ya no
tenemos el mismo afecto por nuestros padres, ya no compartimos tiempo con ellos
de calidad, muchas veces discutimos y nunca nos disculpamos, el caso es que
nunca vamos a saber hasta cuando van a estar con nosotros y luego de que
tenemos una gran perdida nos damos cuenta lo de lo valioso que era ese ser para
nosotros. Considero que sin importar la edad o circunstancias de la vida
debemos estar siempre para ellos, ayudarlos, cuidarlos, enseñarles y estar para
ellos como lo estuvieron para nosotros, creo que no hay más felicidad para un
padre o una madre que es estar con sus hijos un tiempo de calidad.
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